NOVENA EN HONOR DE LA SANTISIMA VIRGEN DE LA VEGA


Novena a la Santisima Virgen de la Vega


NOVENA en honor de la Santísima VIRGEN DE LA VEGA PATRONA DE RARO
por D. José Monroy Zunzúnegui
CAPELLÁN DE LA BASíLICA DE NTRA. SRA. DE LA VEGA
Cruz Distinguida de 1ª Clase de San Raimundo de Peñafort
 
A la Virgen de la Vega
PATRONA DE HARO

 

Dígnate, Virgen querida, aceptar este humilde obsequio que te dedico y consagro en bien de las almas; bendícelo y haz que fructifique en ellas, pues esa es la única aspiración que tiene el último de tus Capellanes y que te pide como recompensa a sus trabajos.
El Autor.
 
(ESTA NOVENA ES DONADA POR UN JARRERO A LA COFRADIA DE NTRA. SRA. DE LA VEGA)

INDULGENCIAS
Los Excmos. y Rvmos. Sres. D. Luciano Pérez Platero, Arzobispo de Burgos y los Sres. Obispos de Calahorra y La Calzada, D. Fidel Carda Martínez y D. Abilio del Campo Bárcenas se han dignado conceder 200, 50 Y 100 días de indulgencia a todos los fieles que hagan esta Novena en honra de la Stma. Virgen de la Vega, o recen las preces V. E. G. A. y oraciones impresas al final, rogando por las necesidades de la Iglesia e intenciones de Su Santidad.
 
PRÓLOGO
PIADOSO devoto de Nuestra Señora de la Vega: No busques en las páginas que siguen ninguna pieza literaria: confieso ingenuamente que carezco de dotes para ello y al hacer y dedicar la Novena a nuestra Excelsa Madre de la Vega, sólo he perseguido el objeto de recordar algunos de sus muchos milagros y la protección que tiene Dispensada a nuestro pueblo y devotos, unido al engrandecimiento que ello requiere, y el contribuir con mi granito de arena a propagar y extender su devoción.
Para demostrar tu cariño y gratitud a tan buena Madre, no te contentes con hacer su Novenario una vez al año; te aconsejo que por devoción lo hagas en todas sus Festividades y Misterios y siempre que tengas que interesarla alguna petición o necesidad en la seguridad de que serás atendido.
Bueno será que durante el Novenario, confieses y comulges a lo menos un día, que pudiera ser el último y también será de su agrado hagas alguna mortificación corporal (ayuno, disciplina o cilicio) y alguna limosna en su obsequio; si no consigues lo que pides, no te desanimes, insiste nuevamente y ten confianza abandonándote por completo en sus Divinas Manos y no dejarás de sentir su protección.
Así te lo asegura por experiencia,
EL AUTOR
Haro, 8 Septiembre de 1940 (Año del Pilar) 
 
NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE LA VEGA

Acto de Contrición
Dios y Señor mío: Postrado humildemente ante vuestra presencia soberana, me reconozco, y así lo confieso, por el más vilísimo pecador: una y mil veces me pesa de todo corazón haberos ofendido, pues con ello os he disgustado a Vos y a mi buena Madre la Virgen de la Vega. 
¡Perdón, Señor, perdón! Propongo firmemente nunca más pecar y confiado en vuestra Divina Gracia, espero santificarme en esta vida, para lograr glorificaras en el Cielo. Así sea.
 
Oración para todos los días
¡Santísima Virgen de la Vega! He aquí a tus hijos que confiadamente vienen a implorar tu protección: no lo merecemos, es cierto; pero Tú que eres refugio de pecadores y consuelo de afligidos, escucharás nuestros humildes ruegos y atenderás nuestras peticiones. lnterésalas ante el Padre Celestial en recompensa a los obsequios que te hacemos en este Novenario a tu mayor honra y salvación de nuestras almas. Así sea.
 
Oración para el día primero
¡Oh, Virgen querida! Al contemplar la suntuosa Basílica que te dedicaron nuestros padres y que a través de los tiempos tanto se ha engrandecido, vemos la fe que siempre se ha tenido en Tí; hoy tus hijos venimos a pedirte no permitas desaparezca de nuestros corazones, antes al contrario se acreciente y sea una fe viva, práctica y con obras que aumente nuestros tesoros para la vida eterna. Así sea.
 
(Ahora saludaremos a la Santísima Virgen con las siguientes jaculatorias y Ave Marías)
 
V/ Virgen bendita,
        R/ Escucha a tus hijos.
(Ave María)

V/ Esperanza de los afligidos,
        R/ Atiende a nuestros ruegos.
(Ave María)

V/ Gloria de nuestro pueblo,
        R/ Bendícenos a todos.
(Ave María)
 
V/ Amante Madre,
     R/ No nos abandones.
(Ave María)
 
(Pida cada uno con gran devoción y confianza la gracia que desee conseguir en este Novenario por intercesión de nuestra buena Madre de la Vega).

Oración final para todos los días.
¡Oh, Reina y Madre nuestra! Permite que al terminar tu N avena te pida una gracia especial: eres Reina y Señora de todas las cosas creadas y por tanto Reina del Cielo; pues bien, de todo corazón te pido que antes que te vea cara a cara en tu Reino, ilumines mi entendimiento para que a la manera que se pueda entender en esta vida, vislumbre yo algo de las grandezas de mi Patria y en adelante me considere como un desterrado en el mundo destinado únicamente para las grandezas del Cielo. Sea yo tu fiel vasallo en la vida y merezca que a la hora de la muerte vengas junto a mi lecho a recibir mi alma y llevarla contigo al Cielo a glorificar a Dios Padre, a Dios Hijo y a Dios Espíritu Santo por toda la eternidad. Así sea.
 
Oración para el día segundo
¡Oh, Madre bondadosa! En tiempos remotos una peste asolaba nuestros campos y Tú generosa Madre, después de bendecirlos hiciste que el insecto que la originaba vendría a morir aquel mismo día a las paredes de tu Santuario; pestes y muy grandes tenemos hoy para nuestras almas en los tiempos calamitosos que vivimos; extiende tu bondadosa Mano, Madre querida, apartando todo género de corrupción y al otorgarnos la gracia de nuestra santificación, concédenos también la de nuestra glorificación contigo en el Cielo. Así sea.
 
Oración para el día tercero
¡Oh, Reina y Madre nuestra! La granada y espigas que vemos en tus manos nos enseñan la unión que hemos de tener contigo en esta triste vida; pero las pasiones que bullen en nuestro corazón son el obstáculo con que contínuamente tropezamos y nos hacen huir de tu regazo como hijos pródigos; únenos a Tí Virgen bendita, sírvenos de faro que ilumine nuestros pasos en todos nuestros actos, para que un día seamos del grupo dichoso que te cante las alabanzas por toda la eternidad. Así sea.
 
Oración para el día cuarto
¡Oh, milagrosa Madre! En un pueblo cercano la justicia humana condenó a la muerte a un pobre gitano; su devoción a tu venerada Imagen hizo te invocara con fe y Tú bondadosa que siempre estás dispuesta a socorrer al desvalido, declaraste su inocencia y perdón: con la misma confianza acudimos a Tí, tus hijos manifestándote el cúmulo de peligros a que está sujeta nuestra existencia con la astucia del infernal enemigo que quiere nuestra muerte eterna: no lo permitas Virgen querida y haz que todos los que te honramos en la tierra, te glorifiquemos en el Cielo. Así sea.
 
Oración para el día quinto
¡Gloriosísima y Santísima Virgen María! Al contemplar tu vida vemos se halla encerrada en dos palabras, oración y retiro: la nuestra es disipación y tibieza. Siendo Tú el ejemplar que Dios nos ha puesto para su imitación y salvarnos, pon remedio a nuestra necesidad; haznos almas de oración y de vida interior, correspondamos generosamente a las inspiraciones de la Divina Gracia y enfervorizados en tu Divino servicio, seamos dignos del premio de los justos en los Cielos. Así sea.
 
Oración para el día sexto
¡Oh, Madre de afligidos! Tu corazón maternal socorrió milagrosamente a una pobre viuda convirtiendo su cebada en rico trigo: a nosotros también estás protegiéndonos constantemente en enfermedades y en cuantos asuntos ponemos en tus bondadosas Manos. Recibe la gratitud de nuestros corazones como recibiste la de la pobre viuda y no consientas correspondamos con ingratitudes; seamos del número de tus buenos hijos en la tierra para lograr ser tus cortesanos en la Patria Celestial. Así sea.
 
Oración para el día séptimo
¡Oh Madre amorosa! Tus milagros y la protección que contínuamente nos dispensas debían atarnos cada vez más a tu protectora Mano; pero el oropel humano nos fascina y lleva lejos de Tí: descorre la venda que cubre nuestros ojos y haz que veamos bajo el prisma de la fe de tu Divino Hijo y siguiendo sus santas enseñanzas, que Tú admirablemente practicaste, seamos tus perfectas copias en la tierra para que merezcamos estar junto a Tí en el Reino de los Cielos. Así sea.

Oración para el día octavo
¡Soberana Señora! A los beneficios generales y particulares de que somos deudores a Dios Nuestro Señor, hemos de unir los innumerables que constantemente recibimos de tu Divina mano; y como al bienhechor le gusta ver el reconocimiento o gratitud de su protegido, no se nos oculta quieres de nosotros una perfecta esclavitud en acción de gracias: recíbela, que de todo corazón te la ofrendamos, y pedimos humildemente nos halles dignos de señalarnos con el sello de tus verdaderos hijos para que el enemigo infernal huya de nuestro lado, hagamos frutos dignos de penitencia, sean nuestras obras de tu agrado y en premio nos concedas el cantar de tus glorias en el Cielo. Así sea.
 
Oración para el día noveno
¡Santísima Madre de la Vega! Hemos llegado al último día de la novena y después de haber recordado algunos de tus milagros y la protección que nos dispensas, réstanos el pedir tu santa filiación: haz ¡ oh Madre querida ! que este pueblo que Tú has elegido, florezca en todo género de virtudes, ejercitándolas como Tú lo hicistes en tu vida mortal y que cada uno de nosotros nos hagamos dignos de Tí; cobíjanos a todos bajo tu Maternal Manto; defiéndenos en todos los peligros y en fin, Tú seas nuestra gloria en la tierra y nosotros la tuya en el Cielo. Así sea.
 
Carta de esclavitud
(para el último día)
¡Amabilísima Virgen de la Vega! En presencia de la Santísima Trinidad y teniendo por testigos a toda la Corte Celestial, os escojo, Señora, por mi Reina y Madre, declarándome humildemente por indigno esclavo y siervo vuestro: os ofrezco y consagro mi cuerpo y mi alma, mis potencias y sentidos, cuanto soy y tengo; y os ruego bendigais mi deseo de imitaras en todas vuestras virtudes. Prometo honraras todos los días de mi vida consagrándoos de una manera especial todos los sábados y fiestas dedicadas a vuestro bendito Nombre, cobijándome bajo vuestro poderoso manto; defendedme del enemigo infernal, señaladme con el sello de vuestra esclavitud y en recompensa de mis humildes servicios en esta vida, concededme sea el último de vuestros esclavos en el Cielo. Así sea.

Traductor

Spanish English French German Italian Portuguese Russian